Tobillo y pie | Inspección

Evaluación de la marcha:

El examen físico de tobillo y pie inicia con la evaluación de la marcha del paciente descalzo, identificando las distintas fases de esta:

  • Ataque del talón
  • Apoyo plantar
  • Media estancia o medio apoyo
  • Despegue de talón
  • Despegue de los dedos

Esta debe ser armónica, sin claudicación.

Luego se evalúa al paciente de pie.

Evaluación estática con carga:

Se realiza con el paciente de pie, con las rodillas extendidas. Se visualiza en orientación anteroposterior. Se identifica antepié, mediopié, retropié, evaluando la alineación de estos. Se evalúa el tendón de Aquiles, maléolo, eminencias óseas, cabeza del peroné.

También se evalúa el arco medial y la posición de los ortejos. Si el arco está ausente por presencia de pie plano, se solicita apoyarse en las puntas de pie. Si el arco medial se nota de forma más pronunciada, se considera que el paciente presenta un pie plano flexible. Si el pie se mantiene sin arco, se considera un pie plano rígido.

El retropié puede estar invertido, evertido o neutro. Al solicitar al paciente que se posicione en puntas de pie, el retropié se desvía en varo, lo que constituye un signo de flexibilidad adecuada del retro pie.

Evaluación sin carga:

  • Estática: Con el paciente sentado, con caderas y rodillas en 90°, se realiza una evaluación anteroposterior y lateral.
  • Dinámica: Con el paciente sentado, con caderas y rodillas en 90°, se realiza una evaluación evaluación anteroposterior y lateral de:
    • Rangos de movimiento activo y pasivo
    • Flexión plantar
    • Dorsiflexión
    • Inversión y eversión
    • Flexoextensión del primer ortejo y ortejos menores

Se evalúa la movilización pasiva del primer ortejo sin carga y luego simulando apoyo del antepié.