Comienza cuando el paciente deambula hacia la sala de evaluación. La marcha debe efectuarse con movimientos suaves y rítmicos. La rodilla debe estar extendida por completo en el momento del choque del talón y debe flexionarse con facilidad antes y después. Es importante evaluar si presenta claudicación (cojera).
Luego el paciente se evalúa de pie. Las rodillas deben estar extendidas por completo, las rótulas simétricas y a nivel, y la rodilla puede tener una ligera angulación en valgo (tibia distal se aleja del centro del cuerpo, rodillas juntas) o varo (tibia distal se acerca al centro del cuerpo, rodillas separadas). También deben evaluarse las rodillas desde lateral, las cuales deben lograr extensión completa. Tanto déficit de extensión o hiperextensión, sobre todo asimétrica, pueden ser patológicas.
Se recomienda realizar la inspección con el paciente en decúbito supino, con bata de examen y ropa interior. La rodilla debiese estar en extensión completa. Tanto el dolor o patologías intraarticulares y extraarticulares pueden producir un déficit de extensión en reposo.
El aumento de volumen en la rodilla puede ser localizado (extraarticular) o generalizado (derrame intraarticular). Las bursitis pueden acompañarse de aumento de volumen, para lo cual deben conocerse la ubicación de las bursas (prerrotuliana, infrarrotuliana, suprarrotuliana, anserina, sub-semimembranoso). El aumento de volumen posterior (poplíteo) puede estar dado por quiste poplíteo (o de Baker). El derrame articular puede producirse generalmente por hemartrosis (hemorragia intraarticular) o sinovitis (inflamación de la membrana sinovial).
Se revisa la simetría de los contornos musculares proximales a la rodilla (cuádriceps) en busca de atrofia muscular visible.