Se realiza con el paciente de pie, con ambos pies juntos. El examinador se ubica lateral al paciente, atento a sostenerlo en caso necesario. Entonces, el examinador le solicita que cierre los ojos y abduzca los brazos en 90° con los codos extendidos. Luego, debe levantar uno de sus pies del suelo, mientras intenta mantener el equilibro. Si ejecuta esto correctamente, se le pide que, manteniendo los ojos cerrados y un pie elevado del suelo, se toque la nariz con el dedo índice. Este test es positivo si el paciente no logra realizar la maniobra y presenta importante inestabilidad.